El dioxido de titanio es muy caro, y su alza parece no detenerse. Es por esto que la industria completa de caolin se esta esforzando para reemplazar su uso por el de caolin calcinado.

El caolín, al ser calcinado se transforma de un silicato de alúmina hidratado, en un silicato de alúmina. Luego al ser molido muy fino,  a menos de un micron, queda muy blanco; con valores cercanos al dióxido de titanio. 

El silicato de alúmina es usado en forma regular como reemplazo, o extendedor del dióxido de titanio.  Los reemplazos parciales pueden ser desde 12% en aplicaciones muy exigentes, como pinturas arquitectónicas, hasta 100% en aplicaciones donde el requerimiento es menor, como en morteros, adhesivos, cosméticos entre otros.

Los ahorros pueden ser muy cuantiosos al diminuir o reemplazar el consumo de titanio, por lo que cada industrial, desarrollador o formulador de comportamiento racional debiera a lo menos revisar esta alternativa. 

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